domingo, 19 de agosto de 2007

De Bits y Bytes

Las imágenes digitales se transforman en números para poder almacenarse. Para ser más exactos en “unos” y “ceros”, correspondientes al sistema binario. Esa es la forma de procesar la información de los ordenadores y también de la fotografía digital. De ahí es que escuchamos hablar de los megabytes, gigabytes, terabytes y todo lo que tenga que ver con bytes.
Un byte es un grupo de bits, aunque ya prácticamente se ha estandarizado como el equivalente a 8 bits, siendo el bit (BInary DigIT) la unidad mínima del sistema binario.
Un bit es cada uno de esos “unos” y “ceros” que trasmiten información. Para ser más claros veámoslo de esta manera: si tenemos un foco tendríamos dos opciones, que esté encendido o que esté apagado, eso es un Bit. Pero si tuviésemos 2 focos (2 Bits), tendríamos 4 posibilidades distintas: los dos apagados, los dos encendidos, el primero apagado y el segundo encendido, o el primero encendido y el segundo apagado. Los bits actúan igual que los focos, unos se activan y otros no, y se representan con unos (1) y ceros (0). De aquí viene el nombre de sistema binario ya que lo componen sólo 2 dígitos.

Basta con una sencilla operación aritmética para saber cuantas variantes tienen determinados números de bits. La fórmula es 2 (ya que el sistema binario tiene 2 opciones: 1 ó 0) elevado a “n” números de Bits, es decir, 2ⁿ = Combinaciones Posibles. O sea, 8 bits tendrían 256 variaciones y 16 bits = 65536 combinaciones distintas. A cada una de estas combinaciones le corresponde una información, que puede ser un número, una letra, un color, etc.
En el caso de la fotografía, si hablamos de una escala de grises de 8 bits, hablamos de 256 niveles distintos de tonalidades que van desde el blanco hasta el negro. Donde cada tono sería una combinación distinta de unos y ceros.
¿Pero qué sucede si trabajamos en color? Entonces los Bits corresponden a cada uno de los canales de color. Si trabajamos a 8 Bits en RGB, significa que trabajamos con 8 Bits para el rojo (R), 8 Bits para el verde (G) y 8 Bits para el Azul (B). Es decir, 256 combinaciones por color, o sea, 256 x 256 x 256 = 16.777.216 colores.

Aunque la mayoría de cámaras trabajan a 12 ó 14 Bits, el Photoshop nos permite trabajar en 16 Bits que son 65.536 por canal. Si cogen una calculadora sencilla y multiplican 3 veces 65.536 nos dará error ya que la cifra es demasiado grande, y si hacen esta operación en una calculadora más avanzada tendremos un número superior a los 281 billones de combinaciones posibles!!!
Cuando trabajamos en RAW es aconsejable trabajar a 16 Bits. ¿Pero para qué si el ojo humano es incapaz de percibir tal variedad de colores? Porque así perdemos menos información a la hora de hacer cualquier modificación, por lo cual es mejor trabajar la imagen a 16 Bits y finalmente convertirla a 8 Bits que es como la trabajarán los laboratorios. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que no todos los filtros trabajan a 16 Bits, así es que si queremos utilizar alguno de ellos, tendremos que transformar antes la imagen a 8 Bits.

miércoles, 8 de agosto de 2007

El RAW no es Todopoderoso

¿Les suena conocida la frase: “¡No importa, luego la retoco en photoshop!”? Tengo que confesar que yo la he usado más de una vez, y me arrepiento. Con la fotografía digital parece que se hubiese hecho costumbre dejar “el trabajo” para el final, es decir no dedicar el tiempo suficiente en el momento de hacer la toma con la esperanza de poder corregir la imagen posteriormente en el ordenador.
A diferencia del JPEG, el formato RAW nos da una amplia gama de posibilidades para trabajar la foto luego de haber hecho el disparo, como por ejemplo modificar la temperatura de color o corregir la exposición, sin perder mucha calidad. Lo que hay que tener muy claro es que los programas para procesar el RAW no hacen magia, es imposible sacar información de un píxel que no la tiene y esto sucede cuando la imagen se ha subexpuesto o sobrexpuesto demasiado.
Con los siguientes ejemplos les quiero mostrar lo que sucede al sobrexponer y subexponer una fotografía en formato RAW. Cabe resaltar que los resultados pueden variar de acuerdo a la cámara y el software utilizados.
En la primera imagen podemos ver que la diferencia existente entre una toma realizada con la exposición correcta y las otras con una compensación de exposición de +1, +2, +3 y +4 respectivamente. También se pueden observa los resultados al hacer la corrección de los pasos correspondientes en el procesador de RAW de Photoshop para equiparar los pasos que se sobrexpusieron. Vemos que hasta +2 E.V. (Exposure Value = Valor de Exposición), las zonas de tonos medios se asemejan bastante a la imagen con la exposición correcta. Pero a partir de +3 E.V. se empieza a perder detalle y calidad, aunque se puede salvar algo de información que de haber trabajado en JPEG se hubiese dado por perdida.
En las zonas de luces es otro cantar, fíjense en el color del cielo, basta con variar un punto de exposición para que sea imposible lograr el color original al hacer la corrección. Lo que también podemos destacar es que en la cuarta imagen con 3 puntos más de luz que la primera, los edificios del horizonte que prácticamente no se veían, pueden "rescatarse" al corregir la exposición. Pero cuando se expone un punto más, es decir, +4 E.V., casi no aparece detalle y apenas se puede ver parte de esos edificios.

En la siguiente serie de fotografías se aprecia que los resultados son distintos con la subexposición. Es difícil de percibir la diferencia existente entre la primera foto sin compensación y los otras cuatro con -1E.V., -2E.V., -3E.V. y -4E.V. respectivamente con la corrección correspondiente.

Pero cuando realmente vemos lo que sucede es cuando hacemos un acercamiento a la imagen y apreciamos que el nivel de ruido se eleva conforme se ha subexpuesto la toma.

En conclusión, lo más aconsejable es tomarse un poquito más de tiempo al momento de hacer la toma y hacer las mediciones adecuadas, evitando así hacer la corrección posteriormente, ya que significa la reducción de la calidad en menor o mayor intensidad, de acuerdo al nivel de sobre o sub exposición.
Pero en caso sean escenas muy rápidas donde no tenemos mucho tiempo para medir la luz, es preferible la tendencia a la subexposición, ya que supone menos pérdida de información a comparación de una imagen sobrexpuesta.

lunes, 6 de agosto de 2007

Piezas de Museo

Visitando el Museo de Ciencias de Londres, encontré en las vitrinas de la exposición “Making the Modern World” (Haciendo el Mundo Moderno) estas joyitas de la historia de la fotografía.
Incluyo a las imágenes el texto que las acompañaba.